Sudáfrica quiere convertir la lucha contra la desigualdad en el legado de su G20
Desde las destartaladas chozas metálicas apiñadas a orillas del río Jukskei, los relucientes edificios del barrio más rico de Johannesburgo, a solo tres kilómetros de distancia, parecen pertenecer a otro mundo.
Bolsas de basura para vender a empresas de reciclaje se alinean en un camino embarrado de lodo de este asentamiento informal, situado al pie de los rascacielos de Sandton, el centro económico de Sudáfrica.
Una luz alimentada por una conexión eléctrica improvisada alumbra la puerta de la choza oxidada donde Bryan vive con su esposa y su hijo de nueve años.
"En Sandton hay mucha gente y muchas empresas que tienen dinero", dice este guardia de seguridad de 34 años, que solo quiso dar su nombre de pila por miedo a perder su trabajo si revelaba su identidad.
Pero "nosotros no tenemos acceso", añade encogiéndose de hombros y con un cigarrillo en la mano.
El telón de fondo de rascacielos y relucientes torres de oficinas es un claro recordatorio de la profunda brecha que separa a ricos y pobres en Sudáfrica, que el Banco Mundial clasifica como el país más desigual del planeta.
Con los líderes del Grupo de las 20 economías más poderosas del mundo reunidos en Johannesburgo este fin de semana, el presidente Cyril Ramaphosa ha convertido la lucha contra la desigualdad en una prioridad para la cumbre, impulsando que se convierta en el "legado" del primer G20 organizado por África.
- "Es lo que más lo necesitamos" -
El mandatario nombró un grupo de trabajo de expertos dirigido por el economista ganador del Premio Nobel Joseph Stiglitz para que informe a la cumbre, y ha respaldado su recomendación de crear un panel para abordar las disparidades extremas de riqueza, siguiendo el modelo del Panel Intergubernamental sobre el Cambio Climático (IPCC) de la ONU.
"Sudáfrica está asumiendo su condición de país más desigual del mundo y está dispuesta a utilizar el G20 como trampolín para abordar ese problema", señala Isobel Frye, asesora principal de políticas del G20 en Oxfam.
"El hecho de que sea algo que Sudáfrica asume y reivindica, en cierto modo, le da un mayor impulso porque es lo que más necesitamos", dice a la AFP.
El informe de Stiglitz reveló que el 1% más rico del mundo acaparó el 41% de toda la nueva riqueza entre 2000 y 2024.
En cambio, solo el 1% fue a parar al 5 % más pobre, según datos del World Inequality Lab.
En Sudáfrica, según la Universidad de Witwatersrand, el 0,1% más rico concentra más de una cuarta parte de la riqueza.
Es un legado del colonialismo y el apartheid, sostiene Frye.
El desempleo, que alcanza casi el 32% y la extrema desigualdad salarial agravaron aún más la disparidad, señala, ya que casi uno de cada cuatro hogares depende de las subvenciones gubernamentales mensuales de 500 rands (29 dólares) como principal fuente de ingresos.
El pasaje de autobús a la escuela pública a la que Bryan envía a su hijo, en Alexandra, uno de los suburbios más desfavorecidos de Johannesburgo, cuesta alrededor de 400 rands al mes (23 dólares).
A un paso de allí, en Sandton, las cuotas de las escuelas privadas superan los 10.000 dólares al año.
El guardia dice que espera que su hijo encuentre algún día un trabajo mejor que el de su abuelo, un trabajador agrícola, y el de su padre, un jardinero.
- "Lo hacemos todo nosotros mismos" -
En el distrito financiero, se alza una imponente torre de forma ovalada llamada The Marc, cuya fachada negra y dorada refleja la luz del sol.
En su interior hay tiendas y restaurantes de lujo, y un cartel publicitario anuncia que toda la calle se abastece del generador del edificio, lo que garantiza que los clientes "nunca se queden a oscuras" pese al irregular suministro eléctrico de Sudáfrica.
El asentamiento donde Bryan vive con su familia no cuenta con ninguno de estos servicios.
Los vecinos tuvieron que reunir dinero entre ellos para construir los baños que comparten. "Lo hacemos todo nosotros mismos", asegura.
En cuanto a la cumbre del G20, no cree que valga la pena depositar demasiadas esperanzas. "No creo que los multimillonarios que vienen vayan a hacer nada mejor por nosotros", dice.
P.Sartori--GdR