

Siria e Israel pactan un alto el fuego, pero los combates continúan en Sueida
El gobierno sirio e Israel acordaron el viernes por la noche un alto el fuego auspiciado por Estados Unidos, pero los enfrentamientos entre tribus locales y combatientes drusos continúan en el sur de Siria y acumulan un saldo de cientos de muertos.
El primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, y el presidente interino sirio, Ahmed al Sharaa, "acordaron un alto al fuego", anunció el enviado estadounidense para Siria, Tom Barrack.
Desde el domingo, estos enfrentamientos en la ciudad de Sueida y sus alrededores, bastión de la minoría drusa, dejaron al menos 638 muertos, según el Observatorio Sirio de Derechos Humanos (OSDH).
Las autoridades sirias enviaron sus tropas a la zona, pero las retiraron el jueves después de que Israel, contrario a la presencia del ejército sirio cerca de su frontera, bombardeara Damasco y otros objetivos en el país.
"Llamamos a los drusos, los beduinos y los sunitas a deponer las armas y, conjuntamente con las otras minorías, a construir una identidad siria nueva y unida, en la paz y la prosperidad con sus vecinos", escribió Barrack en X.
La violencia continuó el viernes en Sueida por la llegada de grupos sunitas para apoyar a las tribus beduinas contra los drusos, una comunidad nacida del islam chiita.
La presidencia siria afirmó que trabaja en el envío de una "fuerza especial" a la zona "para poner fin a los enfrentamientos y resolver el conflicto" tras el estallido de nuevos combates.
Según un corresponsal de la AFP, el viernes por la noche unos 200 combatientes de tribus árabes sunitas intercambiaron disparos de armas automáticas y proyectiles con grupos drusos posicionados dentro de Sueida.
Un jefe tribal, Anas Al Enad, dijo a AFP cerca del pueblo de Walgha que vino con sus hombres desde la región central de Hama "para responder a las peticiones de ayuda de los beduinos".
En esa localidad drusa, ahora controlada por fuerzas tribales y beduinas, un corresponsal de AFP vio casas, tiendas y coches quemados o aún ardiendo.
- "Peticiones de ayuda" -
Al Sharaa había señalado el jueves que la retirada de sus tropas de Sueida buscaba evitar una "guerra abierta" con Israel, que bombardeó esta semana objetivos gubernamentales en esa provincia meridional y en Damasco.
Las autoridades israelíes justificaron el ataque con el argumento de defender a los drusos, una minoría presente en su territorio y en la meseta siria del Golán, ocupada por Israel desde 1967.
Desplegadas en la zona el martes, las fuerzas gubernamentales fueron acusadas por grupos drusos y testigos de ponerse del lado de los beduinos y de ejecutar a civiles en Sueida.
Las distintas partes sirias acordaron un alto al fuego el jueves que dejaba en manos de los drusos la responsabilidad de mantener la seguridad en la zona. Sin embargo, la presidencia siria los acusó de vulnerar ese pacto.
Estos enfrentamientos ejemplifican uno de los principales retos del nuevo poder sirio dirigido por Al Sharaa después de derrocar en diciembre al antiguo presidente Bashar al Asad.
El nuevo dirigente prometió proteger a las minorías de este diverso país, pero estos incidentes o la matanza meses atrás de seguidores alauitas (la rama del islam a la que pertenecían los Asad) empañan este compromiso.
- "No tenemos agua" -
En la región de Sueida, el Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR) alertó del "rápido deterioro de la situación humanitaria". "A la gente le falta de todo", dijo el jefe de su delegación en Siria, Stephan Sakalian.
"No tenemos agua, ni electricidad, empiezan a faltarnos los medicamentos", contó a AFP Rouba, una empleada del hospital gubernamental de Sueida.
Este centro de salud, el único que sigue funcionando en la localidad, recibió "más de 400 cuerpos desde el lunes por la mañana", entre ellos "mujeres, niños y personas mayores", afirmó el médico Omar Obeid.
La ciudad carece de agua y electricidad y las comunicaciones están cortadas. "La situación es catastrófica, ya no queda ni leche de fórmula para bebés", declaró a AFP el redactor en jefe del portal de noticias Suwayda 24, Rayan Maaruf.
El Alto Comisionado de la ONU para los Derechos Humanos, Volker Türk, pidió este viernes una investigación rápida sobre la violencia.
"Este derramamiento de sangre y esta violencia deben cesar, y la protección de todas las personas debe ser la prioridad absoluta", declaró.
Cerca de 80.000 personas se han visto desplazadas por la violencia, informó la Organización Internacional para las Migraciones (OIM).
La comunidad drusa de Siria, con una gran concentración en Sueida, contaba con unas 700.000 personas antes de que comenzara en 2011 la guerra civil.
A.Fumagalli--GdR