

Diez años después del colapso de una represa en Brasil, los habitantes denuncian contaminación persistente
Diez años después del colapso de una represa minera en Brasil, que dejó 19 muertos y causó un desastre ecológico, el suelo y el agua siguen contaminados y envenenando la vida de los habitantes, explica a la AFP un líder indígena, presente en una audiencia del caso en Londres.
El 5 de noviembre de 2015, la ruptura de la represa minera de Fundão, cerca de la ciudad de Mariana, en el estado de Minas Gerais (sureste de Brasil), provocó un gigantesco alud de lodo con desechos tóxicos que se extendió a lo largo de 650 kilómetros por el río Doce, hasta el océano Atlántico.
"Mi pueblo, mi cultura, siempre han estado ligados al río", relata Marcelo Krenak, que luce un tocado tradicional de plumas azules que llama la atención en pleno centro de la capital británica. "Pero todo el ecosistema alrededor del río fue destruido", añade.
Este líder del pueblo indígena Krenak ha venido a asistir a una audiencia, miércoles y jueves en Londres, en el marco de un amplio proceso para obtener una compensación por parte del gigante minero australiano BHP, que en el momento de los hechos tenía una de sus sedes mundiales en Reino Unido.
"Las plantas medicinales que solo existían en el río están contaminadas, el suelo está contaminado, así que no se puede sembrar, no se puede usar el agua del río para los animales ni para las plantas", relata Krenak.
- "Tragedia terrible" -
Tras un megajuicio, que concluyó en marzo, se espera en las próximas semanas la decisión de la justicia británica sobre la responsabilidad de BHP, que poseía, junto con la compañía brasileña Vale, la represa, cuya ruptura arrasó las viviendas de más de 600 personas.
El Tribunal Superior de Londres (High Court) ya organiza, en paralelo, la segunda fase de este proceso, destinada a determinar los eventuales daños e indemnizaciones (esta fase podría comenzar en octubre de 2026 si se reconoce la responsabilidad de BHP) y ese es el objetivo de la audiencia de esta semana.
La empresa australiana declaró a la AFP que la restauración del río Doce —cuya calidad del agua, según afirman, "ya ha vuelto a los niveles anteriores al colapso de la represa"— sigue siendo una prioridad.
Reconociendo que fue "una tragedia terrible", la compañía australiana asegura que siempre ha estado "comprometida en apoyar a Samarco", la empresa directamente encargada del funcionamiento de la represa de Fundão, creada conjuntamente por BHP y Vale, "para hacer lo correcto" por los habitantes y el medioambiente.
La compañía considera que la solución pasa por un acuerdo de reparación y compensación de 170.000 millones de reales (unos 31.200 millones de dólares) firmado el año pasado en Brasil.
Sin embargo, la mayoría de los 620.000 demandantes en el juicio de Londres (incluidos 46 municipios) consideran que no están cubiertos por ese acuerdo y esperan obtener unos 36.000 millones de libras (unos 49.200 millones de dólares) adicionales ante la justicia británica.
- "Haciendo historia" -
Marcelo Krenak asegura que los demandantes presentarán "pruebas visuales, fotos y videos de lo que se ha hecho, de los daños que (la ruptura de la represa) sigue causando hoy en día", y señala estudios que prueban que "el río", así como "los peces, están contaminados".
"Aquí, en Inglaterra, estamos haciendo historia porque una gran empresa, una de las mayores compañías mineras del mundo, está siendo llevada ante la justicia, y eso podría crear un precedente para garantizar que crímenes como éste no vuelvan a repetirse en otras partes del planeta", declara el líder indígena.
La ciudad de Mariana, una de las más afectadas por el desastre, espera obtener gracias al juicio británico 28.000 millones de reales (unos 5.140 millones de dólares).
"Nuestra esperanza es que aquí, en Londres, el municipio sea escuchado, porque en Brasil no fuimos escuchados", explica a la AFP el alcalde Juliano Duarte, quien también asistió a la audiencia el miércoles y jueves.
En opinión de Duarte, la justicia británica está a punto de reconocer la responsabilidad de BHP, lo que podría llevar a la empresa a querer negociar directamente con los demandantes.
"El municipio está abierto al diálogo y a las negociaciones, pero no aceptaremos migajas como las que se ofrecieron en Brasil", señala el alcalde.
S.Esposito--GdR