

Estadios ultraseguros construidos para evitar un nuevo Heysel 40 años después
El drama de Heysel, que provocó 39 muertos y cerca de 500 heridos en Bruselas el 29 de mayo de 1985, conmocionó al fútbol europeo y llevó a la UEFA a endurecer las normas de seguridad en los estadios.
"Esta tragedia fue, sin duda, el elemento originador de todas las medidas de seguridad adoptadas hoy en todos los estadios de Europa", indicó el miércoles a la AFP el comisario Roland Vanreusel, adjunto del responsable policial encargado de la seguridad en la final de la Copa de Europa que aquel año disputaron Juventus y Liverpool.
La tragedia de Hillsborough, cuatro años después, terminó por convencer a la UEFA de la necesidad de reformar sus normas en términos de seguridad.
- 39 muertos por una avalancha humana -
Ese otro drama dejó 97 muertos el 15 de abril de 1989 en el estadio de Hillsborough, en Sheffield, al norte de Inglaterra, en la final de la FA Cup entre Liverpool y Nottingham Forest.
Víctimas que también murieron pisoteadas debido a la mala gestión de la multitud por las autoridades.
En este contexto, la UEFA puso en marcha una serie de medidas que han convertido actualmente los estadios en recintos ultraseguros.
El avance más llamativo fue la supresión, a partir de 1990, de las posiciones de pie en las gradas. Los asientos, aunque no estén ocupados, impiden las avalanchas humanas.
Otro avance fue la repartición en bloques bien diferenciados de las aficiones rivales en las tribunas.
En 1985, los seguidores italianos e ingleses sólo estaban separados "por barreras tan frágiles como las rejas de jaulas para gallinas", recuerda Vanreusel. Ahora es imposible pasar de la zona de una hinchada a otra ocupada por los rivales.
Otro cambio: la responsabilidad de los clubes, que ahora son los que tienen que garantizar la seguridad de los espectadores.
En 1985, la seguridad era responsabilidad de la UEFA, la policía de Bruselas y la gendarmería belga, que buscó protagonismo por una cuestión de prestigio, pese a carecer de experiencia en la gestión de un partido de fútbol de tal magnitud.
- Responsabilización de los clubes -
Actualmente existe un mando único que responsabiliza a los clubes o a las federaciones cuando se trata de selecciones nacionales.
El club anfitrión es el que debe designar un responsable de seguridad, poner en marcha un dispositivo claro, con personal de seguridad (agentes privados, conocidos como 'stewards') encargado de regular los flujos, los registros, la detección de objetos prohibidos y la gestión de incidentes comunes.
La policía interviene en el estadio sólo a petición del organizador.
La instauración de un sistema de doble anillo para entrar en el recinto es también un avance impulsado después del drama de Heysel.
Hoy en día, los estadios están a menudo rodeados por un segundo anillo de seguridad que permite una mejor gestión de los flujos.
También se modificó el sistema de emisión de entradas para evitar que un aficionado de un equipo se encuentre en medio de la afición rival.
- Decisión incomprensible -
"Todas estas medidas, si se hubieran adoptado en su momento, habrían evitado decenas de muertes", lamenta Vanreusel, quien aún hoy, 40 años después, no entiende "por qué la UEFA decidió jugar este partido en un estadio tan obsoleto como Heysel".
El estadio de Heysel fue en gran parte destruido y reconstruido para albergar la Eurocopa-2000, cumpliendo la normativa de la UEFA.
El rebautizado Estadio Rey Balduino cumple actualmente la normativa de seguridad, pero se ha quedado obsoleto en cuanto a comodidad, comparándolo con otros recintos más modernos.
Por falta de un acuerdo político, la ambición de Bélgica por contar con un estadio nacional que cumpla los estándares actuales está en punto muerto.
A.Greco--GdR